CARTA  AL  PUEBLO  CRISTIANO

Es bien sabido que  la comunidad Cristiana siempre ha tenido oposición. Muchas veces la férrea persecución ha logrado confundir la voz del Evangelio de Jesucristo. Creamos en todo momento que Dios tiene control de todo lo que sucede, y es por eso, que confiamos que el hecho de que usted esté leyendo esta carta, es parte de esa voluntad Divina, para confirmar en la Fe a todos, en medio de estos tiempos peligrosos que vivimos.

El avance vertiginoso de la comunicación, ha sido un arma de doble filo para la comunidad cristiana, como lo fue en tiempos pasados el énfasis en mantener un celo santo por Dios, tendencia que usada fuera del plan de Dios, lo que ha producido es un espíritu religioso que ha desbastado el ánimo de muchos, cegándolos, atándolos a cadenas de rencor, desconsuelo y raíces de amargura.

Los individuos que componemos la  Iglesia,aunque salvos y santificados por Jesucristo, nunca hemos sido perfectos, nunca hemos llegado a un estado total de madurez, entendimiento y/o alcance. Pensemos por ejemplo en los Corintios, quienes tenían todos los dones, pero que ponían su vista en hombres, manifestando su inmadurez. Qué tal si hablamos de Pedro, el apóstol,quien aunque anduvo con Jesús, cayó en la seducción de la religión judía, y en la hipocresía, tratando de judaizar a los creyentes de Gálacia. No estaría tampoco exento Pablo, quien da fe de cómo Dios mismo le puso un aguijón, para que se mantuviera humilde. La lista no sólo es interminable, esta nos incluye a todos los salvados por Jesús. Porque no depende de nosotros, sino de Dios.

Aunque es necesario aquí recordar que nuestra gloria, si alguna, es el estar creciendo, perfeccionándonos en El, a través de su Gracia y Guía.   Por lo que  es menester analizar los peligros que enfrentamos; y las verdaderas causas del por qué hemos caído víctimas de tantos errores que no debían de suceder.

Para empezar debemos estar conscientes de que la ignorancia de la Verdad, de los hechos reales y de lo que las Sagradas Escrituras enseñan, ha provocado un terrible caos. Lo bueno y lo maravilloso de su vida cristiana, lo ha producido Dios, quien es Señor, pero muchos de los dolores que los cristianos, incluidos usted y yo, han sufrido, han venido por desconocer muchas cosas.

Uno de los más grandes aspectos que han causado tropiezo a miembros del cuerpo deCristo, proviene de la pérdida de la conciencia de  la naturaleza secular de la Iglesia, en la cual, según el Señor Jesús mismo estableció, no existe el clero, sino que todos y cada uno de los miembros funcionamos en un laicado espiritual a través del EspírituSanto.

Otro tropiezo gigantesco que ha mutilado nuestro funcionar como hijos de Dios,proviene de muchos siglos atrás, propiamente estamos hablando del año trescientos después de Cristo, en donde nació la idea de que la Iglesia era una institución, provocando una excusa para: 

-          Imponer mandamientos de hombres,

-          Impuestos por servicios y

-          la creación de un grupo jerárquico selecto,con privilegios por encima de los demás.

 Eso sirvió para que los hombres coronaran sus deseos carnales de gobernar sobre los demás, como siempre ha sucedido con todo tipo de movimientos religiosos desde los principios de la humanidad.

Estos dos factores, juntos y aislados, nos han traído hasta este momento que vivimos.Porque mientras que Dios le habla a sus hijos acerca de esta verdad, la religión,el hombre en forma de caudillo, y seguidores ciegos; con ello provocan un ambiente de guerra.

 Aun  los elegidos  ha caido en el error de promover una agenda que porta  un espíritu erróneo en el cual no se está actuando con buenos principios, ni se ha estado atacando el verdadero enemigo, sino que se actúa bajo sentimientos sensuales, que entre otras cosas han dado pie a una variedad de manifestaciones de hombres con títulos ridículos, llenos de necedad, que hablan por hablar, trayendo con esto juicio sobre sí mismos y cuantos les prestan atención.

Piense que los escándalos que hoy día vivimos, provienen de los concilios más viejos,quienes  han adoptado tendencias de lmundo, entre muchas otras, la presencia y aceptación del homosexualismo como una forma natural dentro de sus instituciones, hasta el grado de nombrar a representantes de la presente generación gay, como jefes o gente con una supuesta autoridad moral para guiar a otros (entiéndase pastores, ministros, etc.) y que aparte han manifestado su alianza a la iglesia Romana, con la excusa de que están  obviando las diferencias doctrinales y concentrándose en lo que son afines, lo que dan testimonio es que se han resuelto renunciar a lo poquito que tenían de la verdad, y han vuelto a todas las falacias, mentiras y engaños del la Gran Ramera, y con ella todos los adeptos que no están despiertos,los que no tienen sus lámparas llenas con el aceite del Espíritu Santo, por lo que no tienen luz que les guie en la Verdad.

Pero también existen sus hijas, los concilios nuevos que salieron de estos movimientos antiguos, que tienen la misma naturaleza corporativa, que por donde quiera que se les mire son solamente huecas instituciones humanas con mote de religión cristiana,  que son  una manifestaciónvisible del amor por las orgias del mundo, en donde reinan las modas, sus ídolos,su vocabulario, y su decadente moral de línea humanista, grupos  en donde  no solamente se ignora lo que la Biblia enseña, sino que se rechaza y condena todo aquel que sea portavoz  de la Verdad. Tampoco podemos dejar pasar por alto el hecho de que han convertido en un vil materialismo todos los asuntos relacionados con sus proyectos, robando, abusando y extorsionando a ingenuos, para llenar sus arcas con dinero sucio, basado en un engaño religioso pagano.

Sin duda alguna, nos toca a nosotros tomar muy en serio la labor que tenemos por delante: permanecer en un solo ánimo, habiendo renunciado a estar bajo los lineamientos de la religión institucionalizada, y viniendo a Cristo como el único Pastor  y Salvador de nuestras almas, renunciando a las imposiciones mundanas de Jerarcas Religiosos anti bíblicos y sus torcidas constituciones y mandamientos de hombres, que lo que han hecho es maltratar a las ovejas,  creando dogmas que contradicen la verdad de Dios.

Para lograr esto pensemos que debemos esclarecer por medio de las Escrituras, que la Iglesia de Dios, no es de los hombres, ni de esta tierra. Así que ha estudiar la Biblia se ha dicho.

También que debemos renunciar a todo  concilio humano, promoviendo la comunión y fortaleza en el Espíritu entre aquellos que han salido de la mentira, y pasan por la etapa de ajuste, habiendo renunciado a la corriente y oposición que manifiestan las mayorías que están encadenadas a la religión institucional.

Ante todo debemos cultivar un espíritu recto, ecuánime, honesto y temeroso de Dios.

Anunciando con mucho amor, pero también con mucha firmeza y sin hipocresía,  el conocimiento de la Verdad a todos cuantos nos lo pidan y/o nos permitan dar testimonio de ella.

Sin olvidar que debemos permanecer en El, en Cristo esperando su venida.

Esta carta es escrita como guía, para consuelo y fortaleza de todos aquellos a los cuales Dios ha estado llamando fuera.

Víctor Piedra

Colaborador de: Salvados por Jesús