En los Evangelios encontramos la historia de una mujer que habiendo sido encontrada en adulterio, fue llevada ante Jesús, como una trampa, parece que los hombres que tomaron presa a esta persona, estaban más que convencidos que Jesús iba a exonerarla. Pues a nosotros nos queda muy claro que las intenciones de sus acusadores, era lapidarla, a mas decir que cargaban piedras con ellos. Por lo que la trampa era no solamente acabar con la adúltera, sino de paso condenar al mismo fin al Nazareno, por su complicidad con la pecadora.
Cualquiera que haya leído el pasaje, sabe lo que pasó: todos y cada uno de los que la acusaban, después de tirar la piedra que cargaban, se alejaron, condenados por sus propias conciencias.
Una vez mas el maestro de Galilea, nos ilumina a través de la palabra de su Evangelio, que es el poder de Dios en acción.
La enseñanza de Dios, trae la justicia verdadera a surgir en medio de un mundo perdido en reglas y justicias terrenales y diabólicas.
Para poder evitar caer en circunstancia dañinas, como se deslizaron estos hombres, debe uno conocer las artimañas del error. La Biblia nos enseña que una de las facetas del diablo es que es acusador e infamador. No puede, por lo tanto, ninguna persona que pretenda servir a Dios, andar acusando o infamando a los demás, y pensar que está sirviendo a la justicia. Porque es justamente en hallar satisfacción de el hecho de hurgar en los asuntos de los demás para hallar un fallo, en donde el diablo toma ventaja sobre el espíritu del hombre, induciéndolo al pecado mas grande: La soberbia y auto exaltación sobre los demás.
Una cosa es predicar el Evangelio, otra es vivir una vida agradable a Dios y una muy diferente es vivir una vida buscando la paja en el ojo de el prójimo. No proviene de Dios que nos sintamos mas seguros de nuestra relación con El en base a que hemos descubierto que otros están en pecado.
Si bien es cierto ningun mortal puede perdonar pecados, mucho menos nos toca condenar a los demas.
Si en la frase :
“el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”
estaba saliendo a relucir el corazón de Jesús para el hombre pecador:
El que cubre la falta busca amistad; Mas el que la divulga, aparta al amigo.
Proverbios 17:9
Para ilustrar mejor la justicia y el corazón de Dios y nuestro lugar en este mundo lo dejo con un pasaje de Proverbios 24:17
“Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes,
Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón”